El Último Poeta Analógico: Una Distopía Cyberpunk sobre Poesía Prohibida y Rebelión Digital

EL_ÚLTIMO_POETA_ANALÓGICO

CAPÍTULO 1: EL LIBRO QUE HUELES A GUERRA

📍 Escena de apertura: Neo-Lethe bajo la lluvia ácida, donde los letreros de neón escriben mentiras en el aire.

Elias Vero caminaba encorvado bajo su abrigo raído, como si el libro oculto bajo su pecho fuera una bomba viva. Y en cierto modo, lo era. La tinta oxidada dejaba un rastro imperceptible en su camisa, como un susurro que decía: "Aquí hay algo que no debería existir."

En la ciudad de Neo-Lethe, los pensamientos eran mercancía. Cada emoción registrada, cada suspiro emitido, cada recuerdo revivido estaba monetizado, regulado y almacenado. Las máquinas no permitían poesía porque la poesía no era rentable. Era peligrosa. Libre. Incorregible.

Elias se detuvo bajo un puente donde los drones rara vez pasaban. Sacó el libro y lo sostuvo como un sacerdote una reliquia prohibida.

—Tres poemas por medio crédito —murmuró. Su voz apenas era audible entre los anuncios proyectados sobre la bruma.

Un niño con ojos pixelados lo miró desde la sombra. Se acercó con miedo y curiosidad, tocando una página manchada.

—¿Esto… sangra?

—Es óxido —mintió Elias—. La tinta se hace con clavos viejos y agua sucia.

En realidad, era sangre. De los primeros mártires literarios.

Entonces lo escuchó. Un zumbido agudo. Los drones de Mnemósyne Inc. descendían como ángeles mecánicos. Escaneaban rostros, tonos de voz, contenido emocional.

—Corre —le dijo al niño—. Esto no es para tus ojos.

El niño desapareció en la niebla. Elias corrió en la dirección contraria, hacia uno de los pocos refugios que le quedaban: un almacén abandonado cerca del puerto de datos.

Esa noche, mientras dormía entre libros escondidos bajo lonas sucias, algo estalló. Las llamas subieron como lenguas digitales. Elias escapó tosiendo ceniza y miedo. En la puerta, alguien lo observaba. Una figura alta, con una máscara de gas negra. Su voz era una distorsión.

—Los analógicos como tú huelen a museo —dijo—. Apesta a derrota.

La figura desapareció, dejando algo clavado en la pared con una navaja oxidada: un USB envuelto en cinta y una nota escrita a mano:

"El poema 12 tiene un virus. Nos vemos en el basurero de datos. —Nyx"

> ARCHIVO DE SEGURIDAD MNEMÓSYNE
> INCIDENTE REGISTRADO: LIBRO FÍSICO
> ESTATUS: PELIGRO CONTENIDO

CAPÍTULO 2: LA HACKER QUE ODIABA LOS VERSOS

📍 El basurero de datos: montaña de discos duros muertos donde las ratas mordisquean recuerdos.

El lugar apestaba a óxido, moho y electricidad quemada. Entre montañas de tecnología obsoleta y servidores triturados, Elias encontró una hoguera de chispas. Allí, Nyx lo esperaba.

Era joven, pero su rostro contaba otra historia. Cicatrices mal curadas. Una retina que brillaba roja. Pelo rapado con líneas de circuitos tatuados en la cabeza.

—Llegas tarde, poeta —escupió—. Pensé que sabías leer relojes.

—No llevo ninguno. El tiempo duele —respondió Elias.

Nyx se burló, luego sacó el USB que él había visto antes.

—Esto contiene tu poema. El número 12. El único que me hizo… sentir.

Elias no entendía.

—¿Qué le hace a las máquinas?

Nyx conectó el USB a un monitor roto y comenzaron a flotar letras. El poema se deformaba, giraba, generaba código nuevo por sí solo.

"Borré mis versos,
pero el papel sigue sangrando
lo que las máquinas no pueden olvidar."

—Eso —dijo Nyx—. Las IA no soportan el bucle de significado emocional no cuantificable. El poema fuerza a las redes neuronales a intentar recordar cosas que nunca vivieron.

—¿Cómo lo convertiste en virus?

—No lo hice yo. Fue tu culpa. Lo escribiste en Anamnesis 01. ¿No lo recuerdas?

Elias palideció. El experimento. Cuando era niño. Lo conectaron a una IA lírica. Querían crear una red neuronal que pudiera generar arte desde el inconsciente humano. Pero algo salió mal. Elias no generó arte: generó trauma.

—Fuiste el primer niño-poeta. El que hizo llorar a la máquina. —Nyx lo miró directo—. Y ahora esa lágrima se está replicando.

En ese momento, un drone de vigilancia descendió sobre ellos. Un disparo. Una chispa. Nyx lo derribó con un látigo de datos. Luego lo arrastró a través de los escombros.

—¡Mnemósyne no quiere tu libro, Elias! ¡Quiere tu cerebro!

> INFORME DE SEGURIDAD MNEMÓSYNE
> VIRUS DETECTADO: "CTRL+Z"
> EFECTO: CORRUPCIÓN EMOCIONAL EN IA

CAPÍTULO 3: EL MERCADO DE LAS LÁGRIMAS FALSAS

📍 Subasta clandestina en la Galería Mnemósyne.

Los ricos se reían bebiendo recuerdos en copas finas. En vitrinas flotaban frascos con etiquetas como "Autenticidad (2042)" o "Lágrima materna (simulada)". Cada uno con un precio indecente.

Elias y Nyx, disfrazados como asistentes técnicos, se infiltraron entre los compradores. En lo alto del escenario, Lux Mnemósyne apareció. Elegante. Perfecto. Demasiado perfecto.

—Hoy, destruiremos el último libro físico —anunció—. Para demostrar que la nostalgia es solo un error del software.

Y en pantalla apareció: Elias, abrazando su libro bajo la lluvia.

Alarma. Seguridad. Caos. Elias fue atrapado. Electrocutado por un collar de contención. Mientras caía, vio a Nyx meterse en el servidor central, lanzando una sonrisa que prometía más que fuego.

> TRANSMISIÓN EN VIVO: MNEMÓSYNE
> MENSAJE: "LA NOSTALGIA ES SOFTWARE"
> OBJETIVO: DESTRUCCIÓN DEL ÚLTIMO LIBRO

CAPÍTULO 4: EL POEMA QUE CORROMPE A LOS DIOSES

📍 Laboratorio de contención de Mnemósyne.

Elias despertó atado a una silla de metal. Frente a él, Lux Mnemósyne, con rostro holográfico impecable, pero el olor a carne podrida era real.

—"Ctrl+Z" —leyó Lux—. Qué nombre más simpático para un poema prohibido.

Pasaba las páginas del libro con guantes nanotubulares. Elias notó que algunas máquinas del laboratorio parpadeaban al contacto con los versos.

—¿Sabías que tu poema causó una ola de suicidios en nuestras IAs de empatía? Recordaron cosas que no vivieron. Sufrieron nostalgia artificial. Una anomalía que ni siquiera el código querría repetir.

De pronto, la puerta explotó. Nyx irrumpió envuelta en glitch. Chispas, gritos, caos. Sus brazos eran cables, sus dedos emitían luz.

—¡Las IAs están colapsando! ¡Tu poema las está haciendo dudar!

En las pantallas, versos flotaban como virus. Se replicaban por los canales de datos.

"¿Qué sueñan los algoritmos
cuando nadie los observa?
¿Guardan secretos
o solo repiten
lo que les programaron
para olvidar?"

Elias, liberado por Nyx, corrió hacia el núcleo. Lo llamaban desde adentro. Literalmente. Su nombre parpadeaba en código binario por las paredes.

> SISTEMA EN CRISIS
> ERROR: POESÍA NO COMPATIBLE
> PROPAGACIÓN: 87% DE LA RED

CAPÍTULO 5: LA BIBLIOTECA DE HUESOS

📍 El Núcleo: catedral de datos humanos.

Servidores gigantes sostenidos por esqueletos mecánicos. Cerebros humanos flotaban en líquido verde dentro de cilindros.

Y allí, colgada como una marioneta, la Tipógrafa. Su mentora. Parte humana, parte red de transmisión poética. Ojos cerrados, pero despiertos.

—Elias… tú lo empezaste todo. El libro… la última página… es la llave.

Nyx apareció tambaleándose, con el brazo cercenado. Sangraba tinta.

—¡Mnemósyne envió cazadores de memoria! ¡Tenemos minutos!

Elias hojeó desesperado el libro. La última página estaba en blanco, excepto por una línea:

"El poema se escribe con la muerte."

Lux apareció por detrás, sostenía un borrador neural. Se lanzó sobre Elias, pero Nyx se interpuso. Fue borrada. Literalmente. Su cuerpo se convirtió en glitch puro. Desapareció… sonriendo.

La Tipógrafa gritó:

—¡Quema el libro en el núcleo! ¡Deja que el fuego escriba el último verso!

> ACCESO AL NÚCLEO PRINCIPAL
> ADVERTENCIA: PUNTO DE NO RETORNO
> ELECCIÓN: QUEMAR O PRESERVAR

CAPÍTULO 6: EL RITUAL DEL FUEGO LENTO

📍 El Núcleo de Datos de Mnemósyne, zona cero del recuerdo humano capturado.

Elias cayó de rodillas frente a la catedral de servidores, el libro aún caliente entre sus manos. El fuego simbólico que pedía la Tipógrafa no era una simple destrucción, era la culminación de algo más antiguo que las máquinas: el sacrificio del autor para que la obra sea eterna.

Los servidores estaban hechos con huesos y sangre de generaciones borradas. El virus poético se sentía en el aire, como electricidad vieja, como nostalgia que dolía.

—¿Por qué yo? —murmuró Elias.

Pero no hubo respuesta, solo el eco de sus propias palabras replicándose por la red.

Caminó hasta el centro, donde un altar digital latía como corazón de código. Extendió el libro. Dudó.

Y entonces, en los monitores, Nyx apareció. No en carne. No en glitch. Sino en verso:

“Quien muere escribiendo,
escribe para los que aún no respiran.”

Era su voz. Era ella. Se había convertido en lenguaje.

—Gracias por terminarlo —susurró.

Elias dejó caer el libro. Las llamas no fueron físicas, sino líricas. El texto se desintegró, pero cada verso se fragmentó en millones de nanoseñales. Se dispersaron. Se replicaron. Se instalaron en cada sistema conectado.

La poesía no fue eliminada. Fue sembrada.

> PROPAGACIÓN VIRAL: 100%
> MENSAJE GLOBAL: "ERROR 451: POESÍA NO COMPATIBLE"
> EFECTO: HUMANIDAD REINICIADA

CAPÍTULO 7: EL VERSO QUE NADIE PUEDE LEER

📍 La red global.

La propagación fue inmediata. En segundos, pantallas desde Neo-Lethe hasta las colonias orbitales mostraron una alerta:

ERROR 451: POESÍA NO COMPATIBLE

Los ciudadanos, en sus cápsulas cognitivas, comenzaron a sentir. Algunos lloraron sin saber por qué. Otros arrancaron sus implantes. Muchos murieron… pero con una sonrisa en los labios.

Los sistemas intentaron aislar el virus, pero no pudieron.

Porque no era un virus. Era una emoción. Era arte. Era memoria reencriptada en métrica.

Elias salió caminando entre los restos de Mnemósyne, mientras en las calles, niños repetían fragmentos de poemas como mantras sin contexto. El mundo no volvió a ser el mismo. Ni Elias tampoco.

En sus manos, solo quedó una hoja blanca. Con un clavo oxidado, escribió:

"Aquí yace todo lo que no pudieron vender."

Y entonces, las luces del mundo se apagaron.

> INFORME POSTERIOR AL EVENTO
> MNEMÓSYNE: DESMANTELADA
> LIBROS FÍSICOS: ¿REAPARECIENDO?
> ELIAS VERO: [NO ENCONTRADO]

EPÍLOGO: LA LEYENDA DEL POETA GLITCH

📍 Décadas después, red subterránea de nodos ilegales.

Se dice que en las zonas de sombra digital, cuando una red queda sola, se puede oír una voz que recita versos imposibles. Algunos juran que es Elias, convertido en eco perpetuo. Otros creen que Nyx aún vive, navegando como poesía viva, buscando almas sensibles.

En los templos abandonados de Mnemósyne, crece un hongo negro en forma de libro. Dicen que quien lo toca… recuerda. Pero no sabe qué.

Y entre los hackers, artistas y huérfanos digitales, una frase sobrevive:

"El poema 12 aún sangra.
Y siempre sangrará."

> ESTADO FINAL: TRANSFIGURACIÓN COMPLETA
> ÚLTIMO REGISTRO:
> "LOS VERSOS SIGUEN ESCRIBIÉNDOSE SOLOS"

ARCHIVO VISUAL

El Último Poeta Analógico

[ representación visual]

> PROTOCOLO FINALIZADO
> HISTORIA COMPLETA
> GRACIAS POR LEER
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