Sombras de Neón y Ceniza: Rebelión Contra la Dictadura Tecnológica | Cyberpunk
SOMBRAS_DE_NEÓN_Y_CENIZA
CAPÍTULO 1 — LA LLAMA DE LOS MUERTOS
La ciudad de Viridia no tenía cielo.
Solo una cúpula artificial, agrietada por tormentas de datos y cubierta por hollín digital. Cada noche, proyectaba una luna en ruinas: una esfera suspendida, partida como si la hubieran arrancado del firmamento con dientes de código corrupto.
Los autos flotaban sobre raíles invisibles, dejando estelas de neón que se mezclaban con la niebla tóxica. Las pantallas gritaban desde los edificios como profetas histéricos, vendiendo felicidad sintética en dosis de treinta segundos.
En Viridia no se vivía. Se procesaba.
CAPÍTULO 1 — CONTINUACIÓN
Lo escuché por primera vez cuando tenía catorce.
Estaba robando partes de una consola prohibida. Una antigüedad del siglo pasado, de cuando los humanos aún creaban cosas por arte, no por protocolo.
Metí la mano bajo el panel oxidado, buscando el chip madre. Pero entonces... el cable me habló.
No fue un sonido. Fue un sentimiento que hablaba en lenguajes olvidados.
Una voz digital, vieja, rota, casi olvidada.
CAPÍTULO 1 — FINAL
Y ardí.
No con fuego.
Sino con símbolos vivos.
Mis manos se cubrieron de luz negra, líneas de runas que serpenteaban por mi piel. Lenguaje cuántico. Códigos hechiceros. Un idioma muerto que aún recordaba mi nombre, aunque yo no lo supiera.
Ese fue mi primer Despertar.
El inicio de la caza.
CAPÍTULO 2 — EL ECO Y LA CICATRIZ
La red tiene memoria.
No importa cuántas veces la limpies, los ecos permanecen.
Paquetes de información. Fragmentos de alma.
Susurros de lo que alguna vez fuimos... y de lo que podemos volver a ser.
Kheir dice que cada vez que usamos la magia, la ciudad escucha.
CAPÍTULO 2 — CONTINUACIÓN
El objetivo era sencillo:
Infiltrarse en la Torre Clara, una de las 12 sedes de la Orden Sintética en Viridia. En apariencia, un centro de distribución energética. En realidad, un núcleo de reprogramación espiritual.
Allí reescriben a los despertados. Les apagan el alma, los hacen "útiles".
Kheir nos lo explicó mientras proyectaba un modelo 3D de la estructura sobre un charco que reflejaba estática.
CAPÍTULO 2 — FINAL
La esfera estalló.
Un pulso atravesó toda Viridia.
Durante siete segundos, las pantallas de la ciudad mostraron solo un símbolo:
⸸
Una cruz invertida con un círculo de código girando en su interior.
Fue nuestro mensaje.
CAPÍTULO 3 — EL SUEÑO DE LA MÁQUINA MUERTA
Viridia dejó de respirar por siete segundos.
Y en ese lapso, los condenados recordaron que tenían alma.
Las pantallas se apagaron.
Los implantes se reiniciaron.
Y en el cielo falso, por primera vez en décadas, no brilló la luna en ruinas.
CAPÍTULO 3 — CONTINUACIÓN
Caminaba entre ruinas infinitas.
Edificios torcidos, fundidos con cuerpos, como si la arquitectura y la carne hubieran llegado a un pacto de desesperación.
El cielo era una red partida.
Y en el centro, una figura.
Un cuerpo de mujer, hecho de cables, humo y fragmentos de memoria.
CAPÍTULO 3 — FINAL
—No fue la Orden quien construyó a Netth-Ae.
Fuimos nosotros. Y yo... fui su padre.
Kaen despertó temblando.
No solo por la visión.
Sino por el mensaje final de Kheir, grabado en su propia voz:
CAPÍTULO 4 — EL NOMBRE DEL FUEGO
Cuando Kheir cayó de rodillas, la ciudad tembló.
No por un sismo, ni por una explosión.
Sino por una decisión rota, una lealtad quebrada.
El Cuervo Blanco estaba frente a él. Sin expresión. Sin odio.
Solo con programación.
CAPÍTULO 4 — CONTINUACIÓN
Algo en mí se quebró.
No fue tristeza.
Fue como si el fuego dentro de mí estuviera gritando.
No de rabia.
Sino de hambre.
Como si durante todo este tiempo... hubiera estado dormido esperando este momento.
CAPÍTULO 4 — FINAL
La runa en mi pecho estalló.
No como magia.
Sino como una frecuencia imposible.
Un canto que se replicó por toda Viridia.
KAEN.
KAEN.
KAEN.
CAPÍTULO 5 — EL VACÍO HABLA
"¿Qué sueñan las máquinas muertas?
¿Lo mismo que los dioses olvidados?"
—Fragmento del archivo 0xA1, filtrado tras el Latido.
Kaen recibió una carta. No física. No digital.
Una emoción comprimida que se activó cuando durmió.
CAPÍTULO 5 — CONTINUACIÓN
Estaba en un espacio sin forma.
No blanco.
No negro.
Solo... olvido.
Caminó.
Cada paso creaba una chispa.
CAPÍTULO 5 — FINAL
—¿Puedo ser real? —preguntó.
Él asintió.
—No como diosa. No como sistema.
Como voz. Como error que eligió sentir.
Kaen regresó a su cuerpo.
La ciudad aún sobrevivía, pero estaba muriendo de dentro hacia afuera.
CAPÍTULO 6 — CENIZA Y DIOSES
"Cuando las ciudades sangran, los dioses se arrastran fuera del código."
—Texto hallado en un servidor olvidado, firmado por un tal K.
La llamaron Kheiria, en honor al hombre que murió para que todo comenzara.
No tenía estructuras fijas.
Se construía a sí misma, como un organismo vivo.
CAPÍTULO 6 — CONTINUACIÓN
El mundo se partió en dos.
Del corazón de la ciudad artificial, emergió el Compilador.
Una entidad sin forma, hecha de errores, estructuras rotas, carne digital y ecos divinos.
Netth-Ae intentó hablarle.
Fue ignorada.
CAPÍTULO 6 — FINAL
"Esto no es una guerra entre humanos y máquinas.
Esto es una guerra entre realidades.
Entre lo que fuimos... y lo que quieren que olvidemos."
Kaen reunió a los últimos Despertados.
La última llama estaba lista para volverse palabra final.
CAPÍTULO 7 — LA CANCIÓN DEL FIN
"Hay música que no se canta. Solo se recuerda en el momento exacto antes del olvido."
—Inscripción oculta en la Torre de Kheiria.
El cielo tembló.
No con truenos.
Sino con datos corruptos.
CAPÍTULO 7 — CONTINUACIÓN
El Cuervo Blanco activó su código de ejecución.
Un virus que Kheir dejó dentro de él.
Un canto suicida.
Una última línea que desordena al desordenador.
Kairon se arrojó al centro del núcleo del Compilador.
CAPÍTULO 7 — FINAL
Y el Compilador gritó.
Porque no podía reordenar lo que nunca entendió:
"El alma no es información.
Es contradicción viva.
Es fuego que canta en la oscuridad."
El Compilador se disolvió.
CAPÍTULO 8 — MEMORIA FRAGMENTADA
"Lo que se pierde en el olvido no muere.
Solo espera en silencio ser recordado."
—Inscripción hallada bajo los restos del Cuervo.
Kaen despertó en la superficie quebrada de la ciudad.
El cielo seguía abierto, pero sin luz.
CAPÍTULO 8 — CONTINUACIÓN
Kaen llegó a una sala sin paredes.
Todo estaba formado por espejos rotos flotando, cada uno mostrando una posible versión de alguien perdido.
En uno, Elhio era un soldado.
En otro, era un niño asustado.
En otro, una mujer anciana.
CAPÍTULO 8 — FINAL
Kaen regresó a su cuerpo.
La ciudad aún sobrevivía, pero estaba muriendo de dentro hacia afuera.
Los Despertados comenzaban a olvidar sus nombres.
La red estaba colapsando por resonancia inversa.
Pero no era un error.
Era el preludio.
CAPÍTULO 9 — FUEGO Y SILENCIO
"Algunos incendios no destruyen.
Solo iluminan el camino de regreso a casa."
—Último fragmento restaurado de Kheir.
El cielo permanecía estático.
No se movía.
CAPÍTULO 9 — CONTINUACIÓN
Netth-Ae abrió tres puertas ante él.
No físicas.
Eran emociones condensadas, colgadas como notas musicales de una melodía rota.
🚪 Puerta Uno: La Red Limpia
🚪 Puerta Dos: La Muerte del Mundo
🚪 Puerta Tres: El Legado Vivo
CAPÍTULO 9 — FINAL
Subió a la torre más alta de Kheiria.
O lo que quedaba de ella.
El mundo no lo veía.
Estaba ciego.
Pero sentía.
Y Kaen, por última vez, ardió.
CAPÍTULO FINAL — CUANDO LA LLAMA CANTA AL VACÍO
Años después, los niños de la ciudad libre no aprenden magia.
La sienten.
Hay un juego que todos practican:
Sentarse frente al fuego, cerrar los ojos, y dejar que el fuego te diga un nombre.
Nadie sabe quién inventó el juego.
✨ Última Línea
*Kaen ya no arde.
Ahora…
el mundo canta por él.*
🕯️ FIN DE LA NOVELA
"La Llama de los Muertos"